Una nave espacial sobrevuela la ciudad, el aire de Washington, D.C. se congela en el instante en que sus inmensas compuertas se abren, dejando al descubierto a un ser de origen extraterrestre, un alienígena emerge con pasos que parecen resonar en todo el planeta. A su lado, un robot de aspecto monstruoso, poseedor de un rayo con una fuerza de destrucción inimaginable, custodia al humanoide como si fuera su última esperanza.
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LA TRAMA DE LA PELÍCULA
La historia comienza con un platillo volador que aterriza en Washington D.C., causando asombro y pánico en todo el mundo. De la nave descienden dos figuras: Klaatu, un extraterrestre humanoide, y Gort, un robot gigantesco con un poder destructivo de dimensiones apocalípticas. A pesar de que la intención de Klaatu es transmitir un mensaje de paz, la humanidad responde con temor y agresión, hiriéndolo durante su primer intento de contacto.
Para comprender mejor a los humanos, Klaatu, se mezcla con ellos. Durante este tiempo, entabla una relación con Helen Benson y su hijo Bobby, quienes le muestran un lado más empático y humano. También se acerca a un científico que representa la lógica y el pensamiento racional, buscando su ayuda para transmitir su mensaje.
Para demostrar la seriedad de su advertencia, organiza un apagón mundial que detiene toda la electricidad durante 30 minutos, salvo en servicios esenciales. Este acto no solo pone de manifiesto su control tecnológico, sino que subraya la urgencia de su mensaje: la humanidad debe abandonar sus conflictos y el desarrollo de armamento, o enfrentará consecuencias devastadoras a manos de una federación intergaláctica que no tolera amenazas a la paz universal.
ANÁLISIS PSICOLÓGICO Y CONTEXTO DE LA ÉPOCA
El impulso de la ciencia y la tecnología tras la Segunda Guerra Mundial quedó reflejado en una gran cantidad de películas de la época que mostraban esos avances y los hombres que los hicieron posibles. En los años cuarenta, la ciencia y los científicos eran representados como salvadores, ya que fue el poder nuclear el que puso fin a la guerra con Japón. Aunque los efectos devastadores de las bombas de Hiroshima y Nagasaki fueron evidentes desde el principio, también se destacaba el potencial de esa energía para mejorar la vida humana.
Los íconos de este cine, como los presentados en "El día que la Tierra se detuvo", fueron esenciales en el desarrollo del género. Este filme se considera un clásico imprescindible, un éxito de su época y uno de los primeros en mostrar visitantes alienígenas, siendo el segundo en su tipo, solo precedido por “El enigma de otro mundo”, estrenada apenas 176 días antes.
El contexto paranoico de la época se refleja de manera subyacente en toda la película. La actitud de miedo hacia lo extraño y lo diferente es palpable, como lo demuestra la escena en la que un hombre grita aterrorizado: "¡Ya están aquí, ya están aquí!" y la interacción tensa entre los líderes mundiales, reflejo de las tensiones internacionales de la época, especialmente en los primeros años de la Guerra Fría. Solo los científicos, al margen de las disputas políticas, logran reunirse en torno a la amenaza, ofreciendo una visión optimista y algo parcial de la ciencia.
La manera en que la película lanza su mensaje es inmediata y clara. En las escenas iniciales, la música acompaña al platillo volante mientras recorre el mundo, intercalando imágenes documentales y presentadores de televisión que informan sobre el fenómeno, antes de mostrar la respuesta nerviosa de los militares, incluso antes de que la nave aterrice en Washington. El suspenso se incrementa cuando se abre la compuerta y aparece Klaatu, seguido de Gort, el robot, y más tarde, cuando el ejército se ve derrotado por el poder de este último.
Esa escena es clave: el género humano se enfrenta a una amenaza más grande y devastadora que cualquier fuerza militar conocida. El público de la época comprendió esta advertencia perfectamente, ya que apenas habían pasado seis años desde la detonación de la primera bomba nuclear, y la guerra de Corea, en la que Estados Unidos se involucró poco antes, revivió los temores atómicos.
"El día que la Tierra se detuvo" da un giro radical al presentar a los extraterrestres no como conquistadores, sino como seres que advierten a la humanidad sobre sus propios peligros. Son los humanos, especialmente sus autoridades, los que representan la principal amenaza para el universo. El film muestra repetidamente cómo las autoridades actúan impulsadas por el miedo, disparando primero y preguntando después, mientras desestiman las advertencias de los científicos y fomentan el miedo y la desconfianza.
El mensaje de Klaatu, entonces, es subversivo: cuestionar la autoridad. La humanidad solo podrá progresar cuando confíe en los sabios, no en los poderosos. A diferencia de otras películas de la época, "El día que la Tierra se detuvo" invita a una reflexión global, desafiando las limitaciones del patriotismo y la paranoia de la Guerra Fría.
La amenaza no proviene de los rusos, sino de todas las autoridades que se niegan a reconocer que, si la humanidad no cambia, la destrucción será inevitable. Klaatu no actúa solo por altruismo, sino por un interés propio: las razas inteligentes de la galaxia no permitirán que la agresividad humana se expanda más allá de la Tierra.
CONFLICTOS INTERNOS DE LOS PROTAGONISTAS
→ Klaatu
La interpretación de Michael Rennie, por su parte, captura con sutileza la esencia del extraterrestre Klaatu, un ser que representa el arquetipo de alienígena inteligente y generoso que se desarrollaría como un tema recurrente en la ciencia ficción humanista. Al igual que otros personajes de extraterrestres en el cine, como los de Starman, E.T. o The Abyss, adopta una forma humana que resalta la benevolencia y la capacidad de aprender y enseñar a los humanos, desafiando las representaciones anteriores de seres alienígenas como monstruos o invasores.
Su conflicto central radica en su intento por transmitir un mensaje de paz, mientras enfrenta la desconfianza y hostilidad de los humanos. A pesar de ser una figura de autoridad intergaláctica, su mensaje es ignorado o malinterpretado, lo que genera tensiones entre él y las autoridades terrícolas. Su misión es apelar a la razón de los científicos, pero la incredulidad de los humanos, especialmente de los políticos, complica su labor.
→ Helen Benson
Patricia Neal ofrece una interpretación destacada de un papel femenino poco común para su época: una mujer fuerte, activa y sensible, que enfrenta y supera sus propios prejuicios y miedos, y, al final, juega un papel crucial en salvar al planeta. Su personaje es un modelo de empatía y fortaleza en un contexto donde los roles femeninos en el cine solían estar limitados.
Es una madre viuda y trabajadora, que se ve involucrada en los eventos a raíz del encuentro con Klaatu. Su conflicto interno se desarrolla a medida que se enfrenta a la incredulidad y miedo que genera la situación, pero también a sus propios prejuicios sobre lo desconocido. A través de su relación con Klaatu, Helen experimenta un cambio, pasando de ser una mujer desconfiada a una defensora de su mensaje de paz. Su personaje representa la voz de la empatía y la humanidad frente a la frialdad política y militar.
→ Bobby Benson
El hijo de Helen, Bobby, representa la inocencia y la curiosidad infantil. Aunque su rol es menor, su relación con Klaatu es crucial para mostrar el contraste entre la visión lógica del extraterrestre y la mente abierta y pura de un niño. Bobby es el primero en aceptar a Klaatu sin miedo, lo que refuerza el mensaje de la película sobre la importancia de la mente abierta y la comprensión.
→ Gort
Gort es un ser metálico con enormes poderes, alimentado por energía atómica, lo que lo conecta con los temores de la época sobre el poder nuclear. A pesar de que Klaatu parece ser pacífico, Gort actúa como una amenaza capaz de destruir planetas si fuera necesario, lo que añade una dimensión de peligro inminente. Si Klaatu está en peligro, la figura de Gort siempre está presente para restaurar el orden, provocando el temor en los personajes y, por ende, en los espectadores.
→ Profesor Barnhardt
Es un científico que, al principio, actúa como un aliado de Klaatu, dispuesto a escuchar y ayudar a entender el mensaje extraterrestre. Su conflicto radica en la división entre la ciencia y la política. Aunque está dispuesto a cooperar, enfrenta la desconfianza de las autoridades y los militares, quienes se oponen a su visión de un mundo sin armas. El científico, representa la racionalidad y el conocimiento, pero su lucha es con la ignorancia y los intereses políticos que prevalecen en ese momento.
→ Tom Stevens
Hugh Marlowe, en el papel de Tom Stevens, interpreta a un personaje central en los conflictos emocionales y éticos de "El día que la Tierra se detuvo". Tom está en una relación amorosa con Helen, pero su encuentro con Klaatu genera una serie de tensiones, rivalidades y desconfianzas. A lo largo de la película, se ve dividido entre el miedo y el deseo de reconocimiento personal, lo que lo lleva a traicionar a Klaatu. Su personaje actúa como una especie de "Judas moderno", alertando a las autoridades sobre el paradero del alienígena. La escena en la que tiene "los diamantes en su mano" simboliza su vulnerabilidad y la decisión que toma al priorizar su propio interés sobre el bienestar global. Esta actuación de Marlowe refleja un personaje complejo, cuyo ego y miedos lo conducen a una acción traicionera, en un contraste claro con los valores de los protagonistas más altruistas. Más adelante, regresaría al género de la ciencia ficción en la película “La Tierra vs. Los Platillos Volantes”, continuando su asociación con el tema de los invasores extraterrestres.
PERFIL DEL PROTAGONISTA
Klaatu, interpretado por Michael Rennie, es un personaje que encarna el racionalismo trascendental y la razón, convirtiéndose en una figura paralela al “Sr. Spock” de “Star Trek” (1966-1969), que surgiría más de una década después. A pesar de su disposición pacífica, la ciencia ficción de la década de 1950 tendía a ver el racionalismo frío y distante como algo peligroso, lo cual queda ejemplificado en películas como “La invasión de los ladrones de cuerpos” (1956), donde la lógica sin emoción subyuga la humanidad, y “Planeta prohibido” (1956), en la que la civilización avanzada se ve destruida por la incapacidad de reprimir los instintos humanos.
En "El día que la Tierra se detuvo", Klaatu no es solo un alienígena que viene a la Tierra con la intención de transmitir un mensaje de paz, sino que también posee ciertas características mesiánicas que recuerdan a la figura de Cristo, lo que establece una clara alegoría religiosa.
Klaatu es el mensajero de una raza superior, con absoluto poder para devastar la Tierra pero que prefiere llegar con un mensaje de paz. Es víctima del temor de los hombres (su herida, su muerte posterior); la personalidad que adopta es la del Sr. Carpenter (el señor carpintero, como el oficio de Jesús); debe producir hechos excepcionales para ser creído (“signos” como la parálisis mundial por falta de electricidad, exceptuando hospitales, aviones en movimiento, y otras naves y edificios primordiales), atrae seguidores (Helen, Bobby, el profesor Barnard), es traicionado (Tom Stevens, la pareja de Helen, hace el papel de Judas, vendiendo a Klaatu a cambio de dinero y poder) y debe morir y resucitar para poder entregar su mensaje – si continúan con la carrera armamentista atómica, serán destruidos (sufrirán el castigo divino).
Por último, sus palabras finales, su advertencia frente a todos los científicos, representando a los diferentes países y culturas de la Tierra, junto a otras personas presentes, parado sobre la majestuosa nave y custodiado por el aterrador Gort, nos hace pensar en las últimas palabras que Jesús dirige a sus apóstoles antes de subir en su cuerpo glorioso a los cielos; aquí se eleva por medio del platillo volador.
LA NATURALEZA DE LA PELÍCULA
"El día que la Tierra se detuvo", es una de las pocas películas positivas y esperanzadoras de los años 50. Tiene muchos aspectos que ninguna otra de ciencia ficción de esa época tocó. Por ejemplo, es el único largometraje hasta “El mundo, la carne y el diablo” (1958) que muestra rostros afroamericanos, aunque sólo sean papeles sin diálogo en el fondo de la multitud, lo que dice algunas cosas únicas sobre cómo se veía a sí misma Estados Unidos (que en estas películas se equiparaba al mundo entero).
Debemos recordar que estamos hablando de una película rodada en 1951 y que por aquel entonces la forma de hacer cine era muy diferente a la de hoy en día. Lo primero que puede hacernos recular a la hora de verla ahora es que se trata de una cinta en blanco y negro y sin alardes visuales. Los efectos especiales destacaron en su día, pero hoy pueden resultar bastante flojos ya que se basan principalmente en efectos de iluminación y cambios de plano para mostrar los resultados de las acciones de Gort.
Por otro lado, la manera de tratar la historia también puede jugar en contra de "El día que la Tierra se detuvo", en el siglo 21. Estamos ante una película pausada, muy al estilo del cine clásico y con apenas escenas de acción. Es un film en la que el diálogo es la clave de todo y puede que en algunos momentos resulte hasta aburrido escuchar los mismos argumentos una y otra vez, pero hay que reconocer que cada conversación tiene su lógica al final del film.
LO QUE FUNCIONÓ Y LO QUE NO
Cuando Klaatu se escapa del hospital, su figura se convierte en la de un fugitivo que se oculta, la fotografía típica, ejemplificada en el plano de la entrada del viajero en la pensión, o la visita al científico que se plantea como arquetípica del cine de espías, hasta el traidor, a partir de este momento, la película se convierte formalmente en cine negro.
La última parte se inclina más hacia la ciencia ficción, incluyendo la visita a la nave, con unos decorados más que interesantes y algunos hallazgos, tales como las pantallas o los sensores táctiles que se usan, o la máquina de resurrección.
Tal vez, la gran crítica que se le puede hacer a "El día que la Tierra se detuvo" sea que peca de repetitiva y rebuscada. Las intenciones y el mensaje de Klaatu quedan claros casi al comenzar el film, y esto hace que el resto de las acciones que se desarrollan den la sensación de ser un mero encadenamiento de escenas para llegar a un final ya anunciado.
Lo cierto es que, pese a presentar un final que es el que el espectador espera encontrar, la forma en que termina todo puede dejarlo con la sensación de "¿ya está? ¿para esto tanto?". Y es que sí, "El día que la Tierra se detuvo" deja claro su mensaje antibelicista, pero ya hacia la mitad de la cinta queda resuelto, y el único interés que sigue funcionando es ver cómo Klaatu consigue alertar a toda la humanidad a la vez de sus intenciones, algo que se resuelve de una manera bastante poco creíble.
¿QUÉ MENSAJE NOS DEJA?
"El día que la Tierra se detuvo" ofrece una crítica contundente hacia los medios de comunicación, mucho antes de los reality shows y la "telebasura". En una escena clave, Klaatu y Bobby se confunden con los curiosos que rodean el platillo volante. Un reportero se acerca a los presentes, buscando declaraciones de las personas. Klaatu empieza a hablar sobre el peligro de que "el miedo reemplace a la razón", pero es interrumpido por el periodista, quien prefiere intervenciones llenas de miedo y sensacionalismo.
Es un periodismo irresponsable y tendente al sensacionalismo por encima de la mesura y la información. Se nos muestra también a una audiencia crédula, sujeta a la histeria y el pánico, amplificados y acelerados éstos por los medios de comunicación en una época en la que se hallaban revestidos de mayor autoridad y credibilidad. Ello se hace patente a través del montaje inicial, con presentadores televisivos avisando al mundo de la presencia y posterior aterrizaje del platillo volante; o el recurso a titulares y flashes informativos como medio de informar al espectador del pulso social sobre los acontecimientos.
EPÍLOGO
En medio del auge de la ciencia ficción de principios de los años 80, se planteó brevemente una secuela, “The Day the Earth Stood Still Part II: The Evening of the Second Day”, “El día que la Tierra se detuvo Parte II: La tarde del segundo día”, con un guion de Ray Bradbury que presentaba a la hija de Klaatu regresando a la Tierra. Aunque nunca surgió nada de esto, el concepto era atractivo ya que, con la escalada de la carrera armamentista de Ronald Reagan en esa época, el único veredicto que se podría emitir sería abrumadoramente negativo. La película finalmente fue rehecha como “The Day the Earth Stood Still” (2008) de Scott Derrickson, protagonizada por Keanu Reeves como Klaatu. Sin embargo, como la advertencia nuclear estaba en gran medida obsoleta, el mensaje ahora se actualizó a la era del ambientalismo global que realmente no funciono ni se acercó al impacto que tuvo en la sociedad su predecesora. Ese mismo año producida por el estudio independiente The Asylum. Es una parodia de la nueva versión de 2008 de “El día que la Tierra se detuvo”, que se estrenó tres días después. La trama gira en torno a un soldado como protagonista, quien presencia la llegada de robots alienígenas gigantes que amenazan con destruir la Tierra a menos que se les muestre el valor de la existencia humana.
Mi Calificación para "El día que la Tierra se detuvo" es un: 10, PELADO Investiga
Se mire por donde se mire, “El día que la Tierra se detuvo” sigue siendo hoy un clásico inmortal de la ciencia ficción, su papel a la hora de inyectar una dosis de inteligencia y dignidad a un género hasta entonces considerado trivial y puramente escapista, y por la complejidad de las cuestiones que plantea:
¿Podemos confiar en que los políticos y los militares actuarán siempre en nuestro interés o debemos dirigirnos a los científicos en busca de sabiduría?
¿debería el individuo conformarse con lo que la sociedad estima es lo mejor para él, o debe rebelarse y defender lo que él piensa que es lo correcto incluso cuando todo el mundo se pone en su contra?
¿Debemos dar la bienvenida a lo extraño y desconocido, o debemos temerle?
Como resumen decir que es una película muy correctamente realizada, que sienta las bases de una nueva manera de enfocar el tema de la invasión alienígena fílmica. No obstante, la recomiendo como imprescindible dentro de la ciencia-ficción, o para cualquier otro público que podrá disfrutar con una película bien hecha.
→ Fecha Estreno: 28/09/1951
→ Título: The Day the Earth Stood Still
→ Duración: 89 minutos
→ País: Estados Unidos
→ Dirección: Robert Wise
El PELADO Investiga