
Un estallido desgarrador, seguido por un relámpago que rasga el cielo y un trueno que sacude la noche, arrastra a David —y al espectador— de regreso a lo que parece ser la realidad. Despierta con el corazón desbocado y corre, casi tropezando, hacia la habitación de sus padres. Ellos lo rodean con palabras suaves, asegurándole que todo fue una simple pesadilla. Pero algo en su mirada permanece alerta, inquieto.
De nuevo en su cama, el retumbar del viento y el rugido de las tormentas lo obligan a levantarse. Con paso tembloroso, se acerca a la ventana. Afuera, la oscuridad se rompe con una visión imposible: aquella nave de su sueño, descendiendo lentamente sobre el arenero, como una amenaza que se materializa.
La cámara se fija en su rostro, atrapado entre el asombro y el miedo, hasta que la imagen se desvanece en un fundido al negro. "Fin".
Pero el verdadero final se resiste a llegar. ¿Ha despertado realmente? ¿Está prisionero en un bucle sin salida? ¿Fue un sueño... o una advertencia?
El PELADO Investiga