EL MAGNETISMO (Episodio 3)


Mientras las huellas de la ciudad se borran bajo los copos de la nieve asesina, las traiciones empiezan a salir a la luz. Juan Salvo, lejos de encontrar el modo para hallar a su hija Clara, se enfrenta a algo mucho peor: un mundo en ruinas, donde los supervivientes han perdido la moralidad y la humanidad, convirtiéndose en algo más peligroso que la nevada mortal.

Así, con esta premisa cargada de desconfianza, una humanidad al borde del colapso y un Pablo chino que lo trata a Juan Salvo de “viejo choto” (ponele…) El PELADO Investiga, les presento: EL ETERNAUTA, episodio 3, “El Magnetismo”

EPISODIO 3 | EL MAGNETISMO (Análisis)


LA NATURALEZA DEL TERCER EPISODIO
La historia entra en una nueva fase, profundizando su tono distópico y fragmentado. Ya no estamos sólo frente a la nevada mortal: las tensiones humanas, las decisiones desesperadas y las amenazas externas alcanzan nuevas dimensiones.

El episodio abre con un flashback de Inga que poco suma al eje emocional, pero nos regala una imagen icónica: un plano cenital de la vieja IKA Estanciera cruzando un paisaje nevado, uno de los grandes aciertos visuales de la serie. La fotografía sigue siendo, sin dudas, una de sus fortalezas.

De regreso en la casa de Favalli, el grupo debate en torno a la radio. La escena, algo cargada de diálogos, revela un conflicto central: Salvo quiere buscar a su hija Clara, pero Favalli se niega a prestarle el vehículo, priorizando la seguridad del grupo. Esta tensión interna revela un mundo donde la solidaridad, tan presente en el cómic original, comienza a resquebrajarse.

La aparición de Benito, el ferretero, marca uno de los momentos clave del episodio. Aunque viene a pedir ayuda, la desconfianza lo rodea. Aquí emerge una omisión importante de la serie: la nieve, que en el cómic era mortal al contacto, todavía no tiene el peso simbólico ni letal que debería. Es un enemigo blando, cuando debería ser central.

De pronto, Omar —el personaje introducido e interpretado por Ariel Staltari—, roba la camioneta y abandona al grupo. Su traición acelera el ritmo del capítulo: Salvo y Elena deben continuar su búsqueda a pie, mientras cae la noche y la nevada se vuelve cada vez más opresiva.

En paralelo, escuchamos disparos a lo lejos desde la casa de Favalli. Él, cada vez más alerta, intensifica sus llamados por radio. Mientras tanto, Salvo y Elena llegan a la escuela de su hija, donde se separan: él busca un vehículo útil; ella, pistas sobre el paradero de Clara.

La fotografía vuelve a brillar: Juan camina por una ciudad desierta, una Buenos Aires cubierta de silencio y nieve. En medio de su recorrido, sufre nuevas alucinaciones, mezclando recuerdos con imágenes crípticas que el espectador aún no comprende del todo.

Dentro de la escuela, Elena, armada con un hacha, escucha ruidos. Encuentra a un adolescente encerrado en un vestidor: Pablo. Al liberarlo junto a Salvo, el chico estalla de miedo. Descubrimos que fue víctima de una broma de sus amigos, quienes murieron fuera por la nevada. Es un guiño directo al Pablo del cómic de 1957, aunque resignificado.


Salvo, Elena y Pablo siguen su ruta. Al llegar a la casa del joven, descubren que su familia ha muerto. Pablo enferma, y deben buscar medicamentos. En una farmacia, una joven embarazada les pide ayuda. Elena, que resulta ser médica, accede a asistirla. Es un momento tenso, íntimo, humano.

Pero la calma dura poco: un joven con un casco entra y les roba el auto. Los encierra en el baño. Pablo, que primero se burla, termina cediendo ante la empatía de Elena y les abre. Se funde en un abrazo con ella, revelando una conexión que lo humaniza.

Volvemos a Favalli, quien orienta su antena hacia Brasil y nota un detalle perturbador: los polos magnéticos se están invirtiendo. Un cambio global se insinúa, más allá de lo visible.

La serie nos regala otra escena visual potente: Juan, Elena y Pablo caminando entre la nieve. Encuentran ropa esparcida, un alambrado perimetral destruido y las vías de un tren vacío. Donde antes había sobrevivientes, ahora hay destrucción. El interior del vagón sugiere una masacre. Algo —o alguien— pasó por allí con violencia.

El trío regresa a la casa de Favalli. Allí, una fuerte discusión entre Salvo y su amigo plantea las grandes preguntas: ¿Qué está pasando realmente? ¿Es esto una invasión, una catástrofe natural, o un fenómeno aún más complejo?

El episodio cierra con una secuencia brutal: la pareja que robó el auto es embestida por una bestia. La criatura empuja el vehículo con una fuerza descomunal hasta volcarlo, con la joven embarazada adentro. Es un cierre contundente: la amenaza ya no es simbólica, ni futura. Es real, física, y está aquí.

EPÍLOGO Y CALIFICACIÓN
Al cerrar este episodio, se vuelve más evidente que “El Eternauta” de Netflix no es una adaptación fiel, sino una reinterpretación libremente inspirada en el cómic original. Cada capítulo parece tomar distancia progresiva de la esencia narrativa creada por Oesterheld. La incorporación de personajes nuevos y la transformación del trasfondo de otros deja claro que no se busca replicar, sino reinventar.

Lo que se conserva es el núcleo temático: la supervivencia frente a lo desconocido. Pero, en lugar de profundizar en la filosofía del "hombre común convertido en héroe colectivo", la serie apuesta por una estructura más propia del thriller posapocalíptico, con tensión, dramatismo y acción bien ejecutada.

Mi calificación para la base narrativa de esta historia de ciencia ficción, basada en “El Eternauta”, es un 8 (PELADO Investiga).

Mi calificación para el “Eternauta Episodio 3: El Magnetismo” como una adaptación del clásico de Oesterheld es un 3 (PELADO Investiga)

Visualmente impactante y con momentos de gran intensidad —como el descubrimiento de los cuerpos desaparecidos que ya no están en las vías del tren, o el brutal ataque final del cascarudo—, este episodio marca un cambio de ciclo: la nevada mortal ya no es el único peligro. La aparición de los cascarudos anuncia un nuevo nivel de amenaza, mucho más violento y desconcertante.

Así, la historia entra en otra fase. Ya no se trata solo de resistir el entorno, sino de enfrentar una fuerza que va tomando forma concreta. La adaptación deja atrás la fidelidad al texto original y se transforma en otra cosa: una serie de ciencia ficción con alma propia, que, aunque se aleja del cómic, conserva algo de su espíritu combativo y sombrío.

El PELADO Investiga

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