UN PARALELISMO ENTRE "CUANDO LOS MUNDOS CHOCAN" Y "DR. STRANGELOVE"


El cine tiene la particularidad de reírse de sí mismo, ya sea a través de homenajes, referencias o parodias. Un claro ejemplo de esta autorreflexión cinematográfica se encuentra en la similitud de dos escenas icónicas, separadas por 13 años de diferencia, en películas que abordan el fin del mundo desde perspectivas radicalmente distintas. Hablamos de “Cuando los mundos chocan” (1951), dirigida por Rudolph Maté, y “Dr. Strangelove” (1964), la sátira bélica de Stanley Kubrick.


“Cuando los mundos chocan” es una de las precursoras del cine de catástrofes cósmicas. En su escena final, el personaje Sydney Stanton, interpretado por John Hoyt, es un despiadado multimillonario que ha financiado la construcción de un Arca Espacial con la esperanza de salvarse de la inminente colisión de los planetas Bellus y Zyra contra la Tierra. Pese a su riqueza, Stanton no logra asegurar un lugar en la nave. En un momento de desesperación, mientras la nave despega y el fin se acerca, se levanta de su silla de ruedas, mostrando una suerte de reacción instintiva ante su inminente destino. La mirada atónita del Dr. Cole Hendron, el científico que descubrió la colisión y dirigió la misión de escape, refuerza la ironía de la escena: el poder económico de Stanton no pudo comprar su supervivencia ni salvarlo de su propio destino.

Trece años después, Stanley Kubrick lleva este concepto al extremo en “Dr. Strangelove”, una sátira política sobre la Guerra Fría y la amenaza nuclear. En la escena final, el Dr. Strangelove, un ex científico nazi que ahora trabaja para el gobierno de los Estados Unidos, es interpretado magistralmente por Peter Sellers. A lo largo de la película, Strangelove está confinado a una silla de ruedas, pero en el último momento, en un gesto casi mesiánico, se pone de pie y exclama eufórico: "¡Mein Führer, puedo caminar!". La diferencia clave aquí es el tono: mientras en “Cuando los mundos chocan” el levantamiento de Stanton es un acto de pánico y desesperación, en “Dr. Strangelove” es un gesto ridículo, una revelación absurda en medio de la destrucción total, acentuando el humor negro de la película.

Ambos momentos reflejan el ingenio del cine para reinterpretar y reciclar ideas. Lo que en 1951 era una escena dramática y trágica, en 1964 se convierte en un acto de sátira y crítica social. Así es como el cine evoluciona, re imaginando escenas y dándoles nuevos significados, manteniendo siempre la capacidad de sorprendernos y hacernos reflexionar, incluso sobre sí mismo.

El PELADO Investiga

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