ASESINOS DEL ESPACIO


¿Qué pasaría si una invasión alienígena no llegara con rayos láser ni naves imponentes… sino con overoles negros trajes y ojos artificiales ridículos?

En 1953, con el mundo obsesionado con el átomo y las conspiraciones, alguien creyó que bastaban dos esferas plásticas para representar inteligencia interplanetaria. Una película que intenta ser seria, pero cuya estética parece salida de un taller escolar con presupuesto cero. Extraterrestres inexpresivos, y un guion que avanza como si se olvidara de lo que estaba contando.

Así, con esta premisa de cine B que no llega a Z, (ponele) El PELADO Investiga, les presento: "Asesinos del Espacio"


LA TRAMA DE LA PELÍCULA
La amenaza viene del planeta “Astron Delta”, pero el terror verdadero… está en el vestuario. A los 33 minutos, los antagonistas hacen su gloriosa aparición: extraterrestres con overoles negros, cejas salvajes y ojos artificiales ridículos que salieron directamente del refrigerador.

La primera mitad es más bien una película policial, con el FBI sospechando que un científico podría ser un espía. Porque claro, la Guerra Fría daba para todo. Entre interrogatorios y sospechas atómicas, se va cocinando una trama que quiere ser seria, pero termina pareciendo una parodia sin saberlo.

SOBRE EL PERSONAJE PROTAGÓNICO
El protagonista, el Dr. Douglas Martin, sobrevive a un accidente de avión y despierta en una caverna subterránea donde los extraterrestres le extraen el corazón, lo arreglan, lo cosen de nuevo y lo devuelven al mundo sin que él entienda mucho.

Pero su cicatriz perfectamente quirúrgica y su actitud de “esto debe ser normal” ya nos dicen que no estamos frente a un personaje muy complejo.

ACIERTOS Y FALLAS
“Asesinos del Espacio” comparte ideas con otras películas del mismo año, como Vinieron del Espacio e Invasores de Marte, donde el control mental y las abducciones ya empezaban a formar parte de la mitología ovni.

Pero a diferencia de la icónica, Invasores de Marte, que logra mantener cierta coherencia en su rareza, “Asesinos del Espacio”, esta se desmorona ante su propio ridículo.

También intenta treparse a la ola de las bestias mutantes nucleares, como en “El monstruo de los tiempos remotos”, pero lo que entrega es una feria de retroproyecciones mal hechas de bichos del jardín.

En algunos momentos, “Asesinos del Espacio”, casi brilla… como si accidentalmente hubiera inventado una fórmula, porque años después, varias películas del género parecerían copiarle eso de hacer correr a los personajes. Corren, corren, corren... no se sabe bien por qué, ni hacia dónde, pero ¡corren! Y eso, al parecer, ya era suficiente para crear tensión dramática…

EPÍLOGO
“Asesinos del Espacio” ¿Tiene algún mensaje? Tal vez. Hay un intento de hablar sobre invasión cultural, sobre el miedo a ideologías externas, sobre el uso de la energía atómica sin control. Pero el guion nunca se detiene lo suficiente como para desarrollar una sola idea.

Así que, más que mensaje, nos deja una sensación: la de haber visto una reliquia del cine clase B que no da miedo… pero que no se olvida.

Mi calificación para “Asesinos del Espacio” es un 3 (tres) PELADO Investiga.

Y si pensás que esto fue demasiado, esperá a ver lo que vino después. Porque un par de años más tarde, el terror ya no vino del cielo, sino de al lado. En el análisis de “La invasión de los ladrones de cuerpos” te muestro cómo la ciencia ficción pasó de los rayos láser al miedo paranoico de que tu vecino —o incluso tu pareja— ya no sea quien dice ser.

El PELADO Investiga

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