13 FANTASMAS


Hoy vamos a sumergirnos en la historia de una película del año 1960 y su remake del 2001, donde lo macabro se mezcla con la codicia, la tragedia y un poco de humor negro que solo el cine puede permitirse. Una casa cuyas paredes de cristal reflejan sombras que no deberían estar ahí, y trece presencias esperando a que alguien cruce el umbral. Algunos murieron hace siglos, otros hace apenas unos años, y todos tienen cuentas pendientes… y vaya que no son precisamente cartas de agradecimiento.

Si pensabas que heredaste algo simple, olvídalo. Asegúrate de tener tus gafas espectrales a mano, porque lo que vas a ver no es para ojos comunes. Prepárate para miradas que te juzgan, manos que quieren abrazarte con mala intención y entidades con demasiado tiempo libre para arruinar tu día. Así, con esta premisa de casas encantadas de serie B, (ponéle) El PELADO Investiga les presenta dos versiones, dos historias: 13 Fantasmas.


GUIÓN DE LA ORIGINAL Y EL REMAKE
En la “Original de 1960”, La historia se centra en la familia Zorba, que hereda una antigua mansión perteneciente al excéntrico Dr. Plato Zorba, un ocultista obsesionado con lo paranormal. Al mudarse, la familia descubre que la casa está habitada por los fantasmas que el doctor reunió durante su vida. El testamento los obliga a permanecer allí y les entrega unas gafas especiales que permiten ver a los espíritus.

El abogado Benjamín Rush sospecha que Zorba escondió una fortuna dentro de la casa y planea apoderarse de ella. Su codicia lo lleva a intentar asesinar a los nuevos propietarios, pero las fuerzas sobrenaturales intervienen y lo matan, convirtiéndolo en el decimotercer fantasma. Finalmente, los Zorba encuentran el dinero y deciden quedarse, aceptando la herencia tanto material como espiritual.

En cambio, en el “Remake del 2001”, Arthur Kriticos, un hombre devastado por la pérdida de su esposa en un incendio, hereda una mansión de su tío Cyrus, un ocultista y coleccionista de almas. Junto a sus hijos y un psíquico, se muda sin saber que la casa es en realidad una máquina infernal diseñada para capturar y usar a doce fantasmas en un ritual ocultista que promete otorgar poder absoluto.

La mansión de vidrio es un mecanismo lleno de conjuros grabados en sus muros, donde los espíritus quedan encerrados en celdas. Cada fantasma forma parte del “Zodíaco Negro”, una versión demoníaca del “Zodíaco tradicional”. Cyrus planea abrir el “Ocularis Infernum”, un portal que otorga la visión total: pasado, presente y futuro, en todos los planos de existencia.

PERSONAJES DE LA ORIGINAL DE 1960
CYRUS ZORBA
Hombre sencillo y honesto, que hereda la casa sin imaginar los peligros ocultos.

HILDA ZORBA
Su esposa, representa el sentido común y la unión familiar ante lo desconocido.

MEDEA ZORBA
La hija, encarna la curiosidad y la juventud.

BUCK ZORBA
El hijo pequeño, aporta inocencia y humor, pero también desencadena parte del conflicto al buscar dinero.

BENJAMIN RUSH
El abogado corrupto, símbolo de la codicia humana.

ELAINE ZACHARIDES
La ama de llaves, conocedora de los secretos del ocultista.

PERSONAJES DE LA REMAKE DEL 2001
ARTHUR KRITICOS
Viudo y padre de familia, debe enfrentar sus miedos y el duelo por su esposa.

KATHY y BOBBY
Sus hijos, son el motor de su sacrificio final.

DENNIS RAFKIN
Psíquico y ex colaborador de Cyrus, representa el conocimiento oculto y la culpa.

KALINA ORETSKY
Activista que busca liberar las almas, simboliza la compasión dentro del horror.

BEN MOSS
Abogado ambicioso que muere atrapado por la maquinaria de la casa.

CYRUS KRITICOS
El tío, es el villano absoluto, dispuesto a manipular la vida y la muerte para obtener poder.

LOS 13 FANTASMAS
En la “Original de 1960”, el guion mencionaba a doce fantasmas recolectados por el Dr. Plato Zorba antes de su muerte. El decimotercer espíritu debía tener un sentido simbólico: representaría el alma final que cerraría el ciclo, papel que finalmente ocupa Benjamín Rush, el abogado. Sin embargo, en la película sólo se logran distinguir entre nueve y diez apariciones visibles; el resto se sugiere a través de sonidos, sombras o efectos ópticos, más insinuados que mostrados directamente.

La célebre campaña publicitaria de la época, con el lema “Vea los 13 fantasmas… si se atreve”, utilizó el número más como un recurso de marketing que como un conteo real. Por eso, según las fuentes, las listas varían: algunos críticos sólo reconocen los diez fantasmas que aparecen en pantalla, mientras otros incluyen a los mencionados o implícitos para completar la cifra simbólica de trece, sumando al abogado como el último.

Dentro del relato, los espíritus no poseen nombres definidos ni historias individuales. Más bien funcionan como arquetipos del terror: figuras grotescas y perturbadoras que el Dr. Zorba habría reunido a lo largo de su vida, caracterizadas por su aspecto y por las breves acciones que ejecutan ante los ojos del espectador.

La Mujer que Llora.
Las Manos que se Aferran.
El Esqueleto en Llamas.
El Cocinero que repite el asesinato de su esposa y su amante en la cocina.
La Mujer Horcada.
El Verdugo con la Cabeza Cercenada.
El Domador sin Cabeza con su León.
La Cabeza Flotante.
El Dr. Plato Zorba.
El Abogado, Benjamín Rush.

En cambio, en el “Remake del 2001”, cada uno encarna una historia trágica y un tipo de sufrimiento humano:

El Hijo Primogénito.
El Torso.
La Mujer Atada.
La Amante Marchita.
El Príncipe Desgarrado.
La Princesa Enojada.
La Peregrina.
El Niño Obeso y la Madre Nefasta.
El Martillo.
El Chacal.
El Aniquilador.
El Corazón Roto, representado por Arthur, cuyo sacrificio por amor debía completar el ritual.

CURIOSIDADES DE LA VERSIÓN DE 1960
En la “Original de 1960”, se introdujo un truco de exhibición notable: el sistema llamado Illusion-O. La idea era que el público recibiera unas gafas especiales con filtros de celofán, uno rojo y uno azul. Al mirar la película a través del filtro rojo los fantasmas resultaban más visibles; al mirar por el azul, “desaparecían”. En la narrativa se vinculó esta idea al invento del personaje del Dr. Plato Zorba, que en la ficción había creado gafas para ver lo que otros no podían.

Sin embargo, aunque el truco era llamativo, en la práctica no siempre funcionaba a la perfección: muchos espectadores podían ver los espíritus sin gafas, o los efectos de filtro se apreciaban poco en copias domésticas. Además, este elemento sirvió como reclamo promocional: “ELIGE VER LOS FANTASMAS… O NO”, lo que añadía al espectáculo más que a la lógica del guion.


CURIOSIDADES DE LA VERSIÓN DE 2001
En cambio, en el “Remake del 2001”, el dispositivo para ver los fantasmas reaparece, pero cambia su función y diseño. Las “gafas espectrales” están integradas dentro de la historia: son parte del equipo técnico del coleccionista de espíritus y se usan como herramienta narrativa para que los personajes las utilicen en escena. Visualmente, las gafas del remake se muestran como un objeto más moderno, plástico, incluso iluminado, más tecnológico que el simple filtro de celofán del original. Este cambio tiene implicaciones: ahora las gafas no solo permiten “ver lo invisible” como un truco para el público, sino que están profundamente conectadas al sistema de la mansión, al ritual, a los fantasmas atrapados. Lo que antes era “elige ver” se convierte en “tienes que ver para sobrevivir”.

EPÍLOGO
En la “Original de 1960”, la historia puede interpretarse como una parábola sobre la codicia y sus consecuencias. La ambición desmedida del abogado, lo conduce a la ruina, castigado por aquello mismo que intentó dominar. El film también reflexiona sobre el peso de la herencia y lo oculto: la fortuna del Dr. Zorba no sólo consiste en riqueza material, sino en una maldición espiritual que pone a prueba a la familia. En lo cinematográfico, se apoya más en el espectáculo visual y en la teatralidad de lo macabro que en la profundidad psicológica de sus personajes. Su fuerza radica en la atmósfera y el diseño de los fantasmas, concebidos como una galería de horrores más que como seres con historia propia.

En cambio, en el “Remake del 2001”, traslada el mensaje hacia una reflexión sobre la fragilidad humana y la tentación de controlar lo incontrolable: la vida, la muerte y el destino. Sus personajes buscan dominar fuerzas que los superan, movidos por el dolor, la ambición o la necesidad de redención. En esa lucha se revela lo más humano del relato: el deseo de trascender, aun cuando hacerlo implique enfrentarse a los propios demonios.

Mi calificación para “13 Fantasmas” de 1960, es un 6 PELADO Investiga

Mi Calificación para “13 Fantasmas” de 2001, es un 8 PELADO Investiga

En la “Original de 1960”, se apostaba por el espectáculo del miedo y la lección moral sencilla: el dinero puede corromper, pero el amor y la unión familiar salvan. En cambio, en el “Remake del 2001”, se llevó esa idea al extremo visual y simbólico, transformando la historia en una metáfora sobre el dolor, el sacrificio y el intento de trascender la pérdida.

El PELADO Investiga

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